Hay mucha gente que diariamente tiene que pasar por un espiral de emociones negativas por personas que las han lastimado. Esta va dedicada a todas ellas. A las valientes personas que siguen enfrentando sus más grandes temores día con día. No están solas, y se los digo de corazón porque también he estado en esa situación. Con eso en mente, bienvenidos a Pequeños relatos para grandes personas.
Terror. m. Miedo muy intenso. Yo sé lo que es esa palabra. La he sentido. La he vivido. La respiro y la veo directo a los ojos cada día.
Usualmente relacionamos la palabra con alguna pieza de literatura o cine. Vemos las series, las películas y los libros que nos relatan las diferentes historias que en las noches nos ponen la piel eriza. Pero nada se compara a lo real. Nada se compara a los monstruos que acechan en nuestro vecindario, en nuestra calle, y hasta en nuestra casa.
Y por más ansias que nos cree la descripción de un asesino, la escena de alguien en la oscuridad de un pasillo, o la aparición de fenómenos paranormales, nada se compara cuando vemos al verdadero terror a la cara. Sobre todo cuando cada día tenemos que verlo, sentarnos junto a él, saludarlo y desvanecernos con su sola presencia. Porque si algo tengo en claro es que a esa persona que veo a los ojos, a esa mirada, a ese gesto, le atribuyo mis noches sin sueño. Mis pesares, mis miedos y mis inseguridades.
Yo sé qué es mirar al terror frente a frente. Escuchar su nombre y temblar, oír su voz y palidecer del susto. Verlo en persona y querer aferrarse a lo primero que tengas para no caer. Sentir el corazón en la mano y pensar cómo es que sigue de pie, en frente de ti, con una sonrisa y gente que lo acompaña. Lo peor del asunto es que sus acompañantes son tus amigos, ¿cierto? Y poco a poco te vas alejando, huyendo del terror mismo. Al final del día logras escapar, solo para regresar al día siguiente y seguir encarando aquello que sufres.
Terror. m. Persona o cosa que produce una sensación de miedo en cantidades descomunales. Sé lo horrible que es ver esas películas, y saber que los verdaderos monstruos están contigo. Que siempre están cerca y que pase lo que pase, no puedes hacer nada porque el terror te consume.
No te calles. El bullying también es abuso físico y psicológico.
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